Presentación
Del Prólogo del Cardenal Angelo Comastri:
“Estar siempre unido a Jesús, ese es mi proyecto de vida”.Con estas pocas palabras Carlo Acutis, el chico que murió de leucemia, delinea el rasgo distintivo de su breve existencia: vivir con Jesús, para Jesús, en Jesús. (…)“Estoy contento de morir porque he vivido mi vida sin malgastar ni un solo minuto de ella en cosas que no le gustan a Dios”. Carlo también nos pide a nosotros lo mismo: nos pide que contemos el Evangelio con nuestra vida para que cada uno de nosotros pueda ser un faro que ilumine el camino de los demás.
Del prólogo de S.E. Michelangelo M. Tiribilli:
Un adolescente de nuestro tiempo como muchos otros, empeñado en el colegio, con los amigos, un gran experto, para su edad, en ordenadores. En todo esto se ha integrado su encuentro con Jesucristo.
Carlo Acutis llega a ser un testigo del Resucitado, se entrega a la Virgen María, vive la vida de gracia y les cuenta a sus coetáneos la impresionante experiencia con Dios.
Se nutre a diario de la Eucaristía, participa con fervor en la Santa Misa, pasa horas y horas ante el Santísimo Sacramento. Su experiencia y su madurez cristiana atestiguan hasta qué punto son ciertas las indicaciones del S. Padre Benedicto XVI en la Exhortación Apostólica Sacramentum Caritatis: "El sacrificio de la Misa y la adoración eucarística corroboran, sostienen e incrementan el amor por Jesús y la disponibilidad para el servicio eclesial."
Carlo también tiene una tierna devoción por la Virgen, recita fielmente el Rosario y como la siente como Madre amorosa, le dedica sus sacrificios como renuncias.
Este muchacho sociológicamente idéntico a sus compañeros de colegio es un auténtico testigo de que el Evangelio puede ser vivido íntegramente incluso por un adolescente.
Su breve existencia, destinada a la meta del encuentro con Cristo, ha sido como una luz que alumbra no sólo el camino de los que se han cruzado con él, sino también de todos los que conocerán su historia. Confío plenamente en que esta primera biografía de Carlo Acutis a cargo de D. Nicola Gori, con su reconocida capacidad descriptiva, ayudará a los adolescentes de hoy, tan problemáticos y condicionados por los medios de comunicación, a reflexionar sobre el significado de la vida y sobre los valores evangélicos como plena realización de ésta.
Mirando a este adolescente como a un compañero suyo, que se ha dejado seducir por la amistad por Cristo, y precisamente por eso ha experimentado una alegría más verdadera, nuestros muchachos entrarán en contacto con una experiencia de vida que no les ha quitado nada a la riqueza de los jóvenes años de la adolescencia, sino que los ha valorizado aún más.
El testimonio evangélico de nuestro Carlo no es sólo un estímulo para los adolescentes de hoy, sino que provoca que los párrocos, los sacerdotes y los educadores se planteen la validez de la formación que les dan a los chicos de nuestras comunidades parroquiales y qué hacer para que esta formación sea incisiva y eficaz.